Mi cuerpo comenzó a cambiar, tenia mucho sueño, algo de nauseas solo los primeros tres meses felizmente, pero me sentía emocionada, feliz, radiante y con mucho miedo. Miedo a que pase algo con mi panzita, a que le pase algo a ese ser pequeñito que ya habitaba en mi vientre, mi familia al igual que mi esposo me cuidaban y engreían mucho (tuve mucho antojo de pizza), por los primeros 3 meses con mucho cuidado ya que dicen que ese tiempo es el mas delicado, en el que hay que tener mucho cuidado para que el bebe se logre. Ufff pase los tres meses y mi bebe estaba muy bien gracias a Dios, crecía cada ves mas y a medida que pasaban los meses se formaba perfectamente su cuerpecito tan pequeño y delicado, cada ves que tenia mis controles, me hacia mis ecografias veía a mi bebe crecer y crecer escuchar sus latidos era algo indescriptible, escuchar ese latido tan fuerte como cuando corre un caballo ¡tuntuntuntuntuntun!.
Ni que decir de las primeras patadas, era lo máximo saber que estaba hay, que existía, que vivía, que se movía, que era algo muy real y que vivía dentro de mi y que por esos nueve meses que estuvo en mi vientre era parte de mi, yo la cuidaba, la cargaba, alimentaba, acariciaba y amaba como nunca pensé que seria capaz de amar a alguien. Se que las que son mamas pueden entender esto, pueden sentirlo, verse identificadas con este gran sentimiento. el ser mama por primera vez.
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